La sostenibilidad es algo que está a la orden del día, y si podemos colaborar qué menos que ayudar al planeta convirtiendo algunos pequeños hábitos en actividades más saludables para nuestro futuro. Por ejemplo, si tenemos un huerto urbano, los pasos para convertirlo en ecológico son escasos y fáciles, por lo que ser un poco más sostenibles no nos costará prácticamente ningún esfuerzo. 

Sembrar semillas ecológicas en vez de semillas tradicionales, ya que las primeras han sido producidas según la normativa de la agricultura ecológica, sin utilizar sustancias perjudiciales.

Además no son semillas que procedan de alimentos transgénicos, por lo que con la siembra de este tipo de semillas en nuestro huerto, producimos cultivos lo más naturales posibles que respetan tanto la tierra como nuestra salud.

Uso de tratamientos ecológicos que no utilizan sustancias químicas de síntesis, cuando nuestras plantas tengan plagas o enfermedades.

Uso de fertilizantes y abono ecológicos, como el estiércol, la paja o el compost.

La vida animal es beneficiosa, por lo que si decidimos no utilizar tratamientos convencionales, otra opción que existe para eliminar plagas son los animales depredadores, quienes terminarán con los insectos que nos atacan. Por ejemplo las ranas, los sapos, los ciempiés, etc. Además existen otros animales como las lombrices que ayudarán a airear nuestro suelo y lo llenarán de nutrientes.