El olivo Macrobonsai® forma parte de los paisajes más tradicionales de la península ibérica. En la cultura i la gastronomía mediterránea.

La poda de formación

Lo primero que debes saber es que existen diferentes pasos al podar un olivo. El primero es para dar forma al árbol, es decir, la poda de formación. Como su propio nombre sugiere, esta poda nos ayudará a garantizar un correcto desarrollo y crecimiento del olivo. Y es tan fácil como retirar de nuestro árbol las ramas y las partes en mal estado, que pueden interferir en el correcto desarrollo de nuestro olivo, afectando también al crecimiento de la fruta.

La poda de producción

Para asegurarnos de que el árbol y la fruta crecen correctamente y de manera productiva, también es muy importante realizar una poda de producción. Se trata de respetar el desarrollo del olivo, pero de la forma adecuada para estimular y favorecer la producción de nuestra fruta. ¿Y esto cómo se hace? Los expertos nos recomiendan podar un olivo despejando las ramas secundarias para conseguir que la luz del sol penetre en todos los rincones de nuestro árbol, mejorando así la fotosíntesis. A veces, las ramas son tan densas que impiden la entrada del sol e incluso dificultan el crecimiento de la fruta.

La poda de regeneración

Otro paso importante para podar un olivo correctamente es la poda de regeneración, que consiste básicamente en mantener nuestro olivo en buenas condiciones. Tal y como ocurre con otros muchos árboles, plantas y flores, el olivo también se enferma. Para evitarlo, tenemos que retirar todas las ramas en mal estado que pueden dañar a nuestro árbol, así como los nuevos brotes que aparecen en el olivo y que pueden interferir en la producción de las aceitunas. Es decir, se trata de mantener el crecimiento del olivo de forma estable y escalonada.

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