CÓMO AFECTA AL OLIVO LAS ALTAS TEMPERATURAS

Con el verano a las puertas la subida de temperaturas es más que evidente. Esto puede poner en riesgo la próxima cosecha de los olivos ornamental si, además, las lluvias son escasas, como ha sido el caso en esta primavera.

Cuando las temperaturas giran entorno a los 30 grados, el polen comienza a perder su poder germinativo, siendo más complicada su floración y como consecuencia perdiendo cantidad y calidad en la cosecha. Todo se agrava si la cantidad de lluvias en primavera es reducida. Ambas condiciones se han manifestado este año en el sur de España durante el periodo de germinación del olivo decorativo.

Altas temperaturas y olivo Macrobonsai.

Las consecuencias ya empiezan a ser notables en la cantidad de floración de los olivos que es menor a otros años, aunque si es cierto que no nos encontramos en uno de los años más alarmantes.

Por suerte el olivo es una planta que ante la falta de lluvias crea un mecanismo para sí mismo que le previene de la deshidratación, esto lo hace regulando la pérdida de agua que las plantas llevan a cabo a través de sus hojas. No obstante las temperaturas que causan los fallos en la fecundación son las que superan los 35º, como esta primavera no ha sido el caso es posible que el calor solo afecte a que la floración sea más corta, ya que hemos estado entorno a los 30º pero sin sobrepasarlos en exceso en el mes de mayo, el mes crucial para la siguiente cosecha.

Los factores que determinan la calidad del aceite son muchos, y entre ellos se encuentran los factores climatológicos. Como ante estos factores no podemos actuar, en nuestra mano está que la nutrición y cuidados del olivo sea óptima para garantizar la calidad de nuestras aceitunas y nuestros aceites,